En una versión acotada y acorde a las restricciones por la pandemia, la Rural enmarcó la tradicional subasta de reproductores con una mini exposición, con una importante concurrencia de gente.
Este sábado 18 de septiembre, la Sociedad Rural de Reconquista realizó su “Remate Anual de Reproductores” y, acorde al contexto de pandemia, una “Mini Exposición Rural“, que demuestra que el campo sigue trabajando y produciendo a pesar de todo.
Empresas, comercios, productores y publico en general pudieron volver a reunirse en un mismo espacio, con protocolos, pero con la misma impronta de todos los años.
“No son las exposiciones que habitualmente hacía la Rural, pero nos autorizaron para tener nuestro remate anual y poder darle un marco a través de los stands del sector ganadero”, comenta Juan Luis Capozzolo, presidente de la Sociedad Rural de Reconquista.
Además, el público acompañó “no creíamos que iba a venir tanta gente. Así que, estamos muy contentos”, señala el dirigente rural.
Un remate entre la virtualidad y el contacto cara a cara
En el marco de la Expo, la entidad llevó a cabo el “Remate Anual de Reproductores”, que combinó la presencialidad con la transmisión vía streaming.
Un sistema mixto que se afianzó con la pandemia. Por un lado, la presencialidad permite ver el producto de cerca y en detalle. Además, logra el contacto directo entre compradores y vendedores.
“No solo poder ver los animales que es muy lindo, sino de poder reencontrarnos con la gente, con los amigos, con los clientes”, cuenta Manuel Lanusse, el martillero de la subasta, que estuvo a cargo de la Consignataria Esteban Abelenda S.A, una empresa local con más 20 años de trayectoria.
Por otro lado, la virtualidad tiene sus ventajas. “Para el que no sabe, en los remates (presenciales) normalmente entra un toro y entre los productores van tomando la decisión levantando la mano a ver cuánto lo pagan”, explica Capozzolo. Mientras que, la modalidad virtual “nos permitió ver antes a los toros y poder hacer una preoferta”, señala. Lo cual, esto adelanta los tiempos y la decisión de ofertar o no ofertar por el animal.
También, les permitió tener más toros de lo habitual, normalmente tenían 80 y este sábado salieron a subasta más de 100 reproductores, “la verdad es un número muy importante”, considera.
Apostando a la genética del norte
Como es habitual, en el remate participaron importantes cabañas de Corrientes, Chaco y, por supuesto, Santa Fe, que trajeron para vender sus mejores reproductores Braford, Brangus y Brahman.
Anteriormente, venían más establecimientos del sur del país, pero la zona demanda rusticidad. “Nosotros tenemos que mirar más hacia el norte, necesitamos esa genética y Esteban (Abelenda) ha conseguido que las mejores cabañas del norte estén acá y con eso estamos muy contentos”, destaca Capozzolo.
Un contexto adverso
Si bien, la pandemia no afectó demasiado al sector agropecuario que siguió trabajando. Por otro lado, las medidas económicas tomadas por el Gobierno, como las restricciones a las exportaciones de carne, afectaron a los productores, sin beneficiar al resto de la sociedad.
En esta línea, Capozzolo considera que “perjudicó al que va al supermercado, a nosotros y al mismo gobierno que tiene una menor entrada de dólares. Además, de los puestos de trabajo que se ponen en riesgo dentro de la industria cárnica.
Incluso, recuerda que son medidas que ya se tomaron hace diez años, con los mismos resultados negativos. Como una baja muy importante en la cantidad de cabezas de ganado. “Diez años después, vuelven a cometer los mismos errores”.
En este sentido, señala que “realmente, nos preocupa porque no vemos a futuro que eso cambie. Tienen que entender que nosotros acá venimos a comprar toros y a veces la gente se asusta o ve los números: 300 mil, 400 mil pesos y parece muchísimo por un toro, pero es nuestra máquina”.
Por tanto, agrega que “un toro te sirve, seis o siete años y después ya no te da terneros. Entonces, tenés que renovarlo”. En este sentido, las medidas restrictivas perjudican a toda la cadena productiva porque el productor ante este contexto prefiere aguantar un año más con el toro viejo, antes de invertir en un reproductor de mejor calidad.
Entonces, sostiene que hay que “poner en una balanza y ver los pros y contras de las medidas que toman. No hacerlo, como lo están haciendo, de un día para el otro”.
Comunicar a la sociedad
En lugar de decidir una medida de fuerza, las entidades agropecuarias agrupadas en La Mesa de Enlace buscan abrir el diálogo con la sociedad y evitar el choque con el Gobierno.
Al respecto, el dirigente de la Rural opina que hay dos posturas. Por un lado, coincide en la necesidad de que el campo comunique mejor, porque “hoy la gente ve al sector agropecuario como el malo de la película” y agrega “producimos comida, por qué vamos a ser malos”. No obstante, reconoce que como sector “permitimos que se comunique cualquier cosa y nosotros no salimos a defenderlo”.
Por otro lado, considera que hay otros rubros que no necesitan aclarar lo que hacen, “por qué nosotros tenemos que hacerlo”. Aunque, entiende que hay un contradiscurso y la postura debe ser aprender a comunicar mejor y no ir al choque. “Queremos buscar otro camino, una mesa de diálogo sería lo principal, pero bueno tenemos que esperar que el Gobierno tome la decisión de sentarse con la Mesa de Enlace”.
El poder de los jóvenes
Afortunadamente, cada vez es mayor el papel que ocupan los jóvenes en las instituciones rurales y el Ateneo Juvenil de la Sociedad Rural de Reconquista no solo demuestra juventud, también heterogeneidad. “Somos un grupo de jóvenes de 18 a 35 años, es un grupo bastante heterogéneo. Hay desde contadores, veterinarios, ingenieros agrónomos, productores y todos estamos relacionados, directa o indirectamente, con el campo”, explica la presidenta del Ateneo, Laura Stacul.

El objetivo del Ateneo es la formación de dirigentes rurales, es el semillero de la Rural. Por tanto, constantemente buscan capacitarse para construir una Argentina mejor y lograr mejores condiciones para el campo. “Es un grupo que tiene mucho empuje, chicos íntegros, honestos y con unas ganas bárbaras de aportar”, destaca.
También celebró la vuelta de la Expo, que es el gran evento tanto del Ateneo como de los mayores. El año pasado “nos dolió un montón no poder hacerla” y agregó que “esta mini Expo que se pudo hacer, dentro del marco de la pandemia y luego de un año sin poder hacer nada, creo que fue un éxito”.
Además, apostando a la educación y a la capacitación permanente, en el marco del Remate Anual realizaron una subasta de productos veterinarios a beneficio del Ateneo, para juntar fondos para el próximo Congreso de Ateneo CRA que será en noviembre y congregará presencialmente a todos los ateneos del país y volverá a reunir a los jóvenes del sector rural, que son y seguirán siendo un factor de cambio.
Fuente: Almaganadera.wordpress.com